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Por ejemplo, cuando presiona el acelerador, el sistema aumenta la presión y envía más líquido a las válvulas que controlan el compromiso de los engranajes más altos.
Paso 3: Involucrar los engranajes
Por ejemplo, cuando conduce a bajas velocidades, el sistema hidráulico se convertirá en engranajes más bajos para darle al vehículo más torque. A medida que acelera, el sistema cambia a engranajes más altos para mantener la eficiencia del combustible y el rendimiento óptimo del motor.Paso 4: engranajes de cambio suavementeUna de las características clave del sistema hidráulico es que garantiza que los engranajes cambien suavemente. El sistema aumenta gradualmente la presión en los lugares correctos, lo que permite una transición perfecta entre los engranajes. Esta suavidad es lo que distingue una transmisión automática de uno manual, donde el conductor tiene que controlar el cambio manualmente.
Al controlar la presión, el sistema hidráulico asegura que los engranajes no cambien demasiado abruptamente, evitando los movimientos desagradables y mejorando la comodidad de conducción.
Cuando te detengas, el convertidor de torque se hace cargo. Desactiva el motor de la transmisión, lo que permite que el motor se ralentice sin detener el vehículo. El fluido dentro del convertidor de par permite que el motor continúe funcionando a ralentí mientras se detiene el vehículo.
Cambios de engranaje lisos
Uno de los principales beneficios es que el sistema hidráulico permite cambios de engranaje suaves y sin problemas. Esto significa que no hay movimientos bruscos o abruptos al cambiar de marcha, lo que hace que la experiencia de conducción sea más cómoda.
Menos esfuerzo del conductor
Dado que el sistema hidráulico ajusta automáticamente los engranajes según la velocidad y la carga, el controlador no tiene que preocuparse por cambiar de marcha manualmente. Esta conveniencia hace que conducir sea mucho más fácil, especialmente en el tráfico de parada y marcha.
Problemas comunes en el sistema hidráulico
Si bien el sistema hidráulico en la transmisión automática es altamente confiable, puede enfrentar ciertos problemas. Algunos problemas comunes incluyen:
Bomba desgastada
Mantener el sistema hidráulico, particularmente el fluido de transmisión, es clave para garantizar la longevidad y el rendimiento de su vehículo. Entonces, la próxima vez que esté al volante de un vehículo de transmisión automática, puede descansar tranquilo sabiendo que el sistema hidráulico está funcionando incansablemente para que su viaje sea lo más suave posible.
El convertidor de torque utiliza la dinámica de fluidos para multiplicar el par del motor y transferirlo a la transmisión, proporcionando una transición suave entre los engranajes. También actúa como un embrague para la transmisión cuando el vehículo no está en movimiento.
Ahora que entendemos los componentes clave, exploremos cómo funciona el sistema hidráulico en una transmisión automática. El proceso implica varios pasos que ocurren sin problemas cuando conduce:
El proceso comienza cuando el motor funciona, lo que impulsa la bomba de transmisión. La bomba circula fluido de transmisión a través del sistema, generando presión hidráulica. Esta presión es vital para activar los embragues, bandas y válvulas que controlan los cambios de engranaje.
Una vez que la bomba genera presión, el fluido fluye a través de una serie de válvulas. Estas válvulas determinan qué componentes de la transmisión se involucrarán o desconectarán. Dependiendo de la velocidad del vehículo y la posición del acelerador, las válvulas dirigen fluido a las partes derechas del sistema.